viernes, 25 de mayo de 2012

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Los equipos de protección individual constituyen un importante
recurso para el control de riesgos profesionales, cuyo control se
hace inadecuado por otros medios. No obstante, es necesario tener
plena información sobre la protección real que ofrecen. Además su
eficacia depende fundamentalmente de una buena selección y de la
forma correcta en que sean utilizados. Los equipos  de protección
personal para que ofrezcan una total confianza, deben estar
homologados o certificados por una entidad acreditada para emitir
este tipo de conceptos y deben cumplir normas y controles de
fabricación que garanticen la protección que ofrecen; equipos que
no suministren este tipo de información no deben ser adquiridos
porque aparte de la pérdida económica, nos suministran una falsa
confianza sobre el control del riesgo (falsa protección)

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